Pasamos el Portalet y aparcamos a los pies del valle de Arrius para adentrarnos en su bosque al que la nevada de la noche anterior le da un aspecto mágico.
Nos calzamos las tablas y mediante audaces trazadas llegamos al collado de la Soba. Flanqueando bajo el pequeño Arriel por el sur enfilamos la huella hacia la arista de la vía normal del pico Arriel; y ganando la cima en espectacular escalada alpina.
Tras el descenso al collado subimos al pequeño Arriel para disfrutar esquiando su espléndida pala norte y llegar al valle principal enlazando un gran tubo. Finalizamos el día jugando con las suaves pendientes del valle y su bosque encantado.
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