Sin querer complicarnos mucho la vida, y teniendo en cuenta que Ana y Jesús todavía no conocían este valor seguro que tantas veces hemos repetido (y repetiremos) en sendero limite, optamos por la Corona de Astún. La pista de salida esta con nieve y aparecemos en la cubeta del nivómetro sin problemas.
Rápido nos damos cuenta, la nieve es una ruleta rusa. El paso de la nieve transformada al hielo cristal es instantaneo. Solo unos grados de pendiente o de orientación y ya aparece el dichoso cristal. Subimos al Arnouse con crampones y bajamos también. Hay tramos de nieve transformada pero para llegar al tubo de bajada (el de mas a la derecha conforme se baja, los otros dos no tienen buena salida) hay unos llanos de cristal.
La subida al Benouse esta suficientemente transformada, tiene suficiente inclinación y orientación. Podemos foquear y esquiar a placer un ratet hasta el coche. Hemos salvado el día, dos cimas, hemos esquiado un poco en un mar de hielo, y no nos hemos hecho daño, que esta el monte muy duro!!!
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