Con los colegas del esquí estirando a su máxima expresión la
temporada invernal, para otros el calendario de roca manda. Las tablas deben
apartarse momentáneamente hasta… julio!, momento en que las sacaremos para
refrescarnos un poco y esquiar en bermudas.
Con la compañía de Nimú y Mikel, en su gran reestreno
mundial en una actividad de envergadura desde las Inescalables de Canadá (allá
por el 2000), nos encaminamos a lo que desde el principio estaba llamada a ser
una gran jornada: a pie de vía nos encontramos con el reverso suicida del año
pasado, el cual nos ha esperado para que le acompañemos en lo que debió haber
sido su sueño truncado. Con este hecho no hay excusas para sonreír con los difíciles
muros compactos y verticales de Totxaires, en la pared de Aragón de Montrebei.
Tras 11 de horas de escalada, unos cuantos rasguños, algún
kilo menos y unas cuantas canas de más, podemos divisar en la cima el Pirineo
oriental aragonés, donde siguen disfrutando el resto de grupo, todo acompañado
de la luna llena, quien iba a darle una tonalidad inolvidable.
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