Escalamos la mayor parte del tiempo por rampotes minados de cascajo donde no apedrear al compañero de abajo es todo un arte y encontrar la salida a la cima requiere de un fino olfato pirineista.
Con todo, lo más dificil de la escalada no fue hoyar el Petit Billare sino encontrar la salida y ya de paso hacer cima en el Gran Billare en una corta escalada que superó en grado a todo lo hecho anteriormente.
El descenso del Billare hasta el Cayolar d'Anaye guarda una de las pedreras más largas y rápidas del Pirineo, bonito final.
1 comentario:
me gusta subir las montanas siempre estoy buscando las montanas mas famosas del mundo .Gracias por este blog excursiones en estambul
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